Previene el cáncer con cascara de tomate
El consumo diario de tomate proporciona un gran impulso a la salud además de mejorar el sabor de los alimentos en la cocina.
El tomate proporciona un gran número de antioxidantes que se han demostrado eficientes para combatir las diferentes formas del cáncer.
Además de todo esto es una rica fuente de vitaminas y minerales, y ejerce un efecto protector contra las enfermedades cardiovasculares.
También mejora la salud de los ojos y previene la hipertensión y las infecciones del tracto urinario.
¿Sabías que las cáscaras de tomate, sí esas que siempre botas, tienen propiedades anticancerígenas?
Las cáscaras de tomate contienen licopenos y glutatión, dos componentes importantísimos para prevenir el cáncer de mama, de piel, de próstata, pulmón, vejiga y cuello uterino.
Para aprovechar al máximo las propiedades del tomate, es vital consumirlo cocido, con cáscaras y semillas.
Un tomate puede aportar alrededor del 40% del requerimiento diario de vitamina C.
La vitamina C es un antioxidante natural que actúa contra el cáncer que causan los radicales libres.
También contiene vitamina A y abundante potasio, así como hierro. El potasio juega un papel vital en el mantenimiento de la salud del nervio y el hierro es esencial para mantener la salud de la sangre.
La vitamina K, que es esencial en la coagulación de la sangre y controla el sangrado es abundante en los tomates.
Si no te gusta el tomate cocido, puedes consumirlo crudo, sin pelar y con pepas, el truco para conservar sus propiedades está en aderezarlo con aceite de oliva.