Los mejores antisépticos naturales para tratar heridas
Nuestra piel es el órgano más grande que tiene el cuerpo y está expuesta a los contaminantes y a los microorganismos (bacterias, hongos, virus) que se encuentran en todas partes.
Es aquí donde los antisépticos entran en juego, los antisépticos naturales hallados en la naturaleza contribuyen además a generar un cuidado para la piel más allá de ayudar en el proceso de la cicatrización y desinfección de las heridas.
Se le denomina antiséptico a aquellos productos contenedores de propiedades que permiten eliminar los microbios y agentes nocivos, susceptibles de afectar cualquier herida reciente, permitiendo así evitar que la herida se infecte o se inflame.
Antisépticos naturales hallados en la naturaleza
Miel:
Este es uno de los productos naturales más utilizados desde la antigüedad para tratar las heridas. Sus importantes propiedades antisépticas permiten desinfectar una herida con el solo hecho de untar un poco de miel sobre la misma, permitiendo además acelerar el regeneramiento celular y el cerrado de la herida.
Zanahoria:
Este tubérculo también resulta efectivo para desinfectar heridas y tratar postulencias. Solo debes preparar una pasta en base a zanahoria hervida y rallada y aplicarla sobre la zona afectada durante unos minutos.
Cebollas:
Sin dudas habrás escuchado hablar sobre la fama de las cebollas como bactericidas, por ello no podía faltar en nuestra lista de antisépticos naturales.
Para tratar las heridas, la cebolla puede aplicarse de diversas formas: tostándola, hervida o mediante la aplicación de las finas telas que se encuentran entre sus capas.
Lavanda:
Además de bonita y perfumada, la lavanda funciona como un buen remedio astringente y antibiótico. Solo debe prepararse en forma de cataplasma o infusión, y aplicarse sobre la piel.
Ajo:
El ajo es un efectivo fungicida si se aplica en forma de pasta sobre la zona afectada, y aunque pueda arder un poco, resulta ideal para tratar infecciones provocadas por hongos, como el pie de atleta, algunos tipos de tiña, onicomicosis o infecciones vaginales.
Como ves, muchos de estos antisépticos naturales suelen estar presentes en tu cocina, en su gran mayoría apenas requieren de preparación para aplicarlos sobre cualquier herida leve, y así prevenir una posible infección.
De todas formas, ten en cuenta que las heridas profundas o problemas más serios no son susceptibles de ser tratados con estos remedios naturales, por lo que considera que en ocasiones es necesario consultar con el médico.
Tomillo:
El poder antiséptico del tomillo se conoce desde la antigüedad. En el Egipto de los faraones, se quemaba el tomillo para purificar del aire.
Hoy en día se emplea para tratar o prevenir infecciones de órganos internos como bronquios, intestino, etc. En este sentido, se puede tomar infusiones de tomillo dos veces al día y si se desea que sus poderes curativos se incrementen, sólo se requiere agregar un poco de miel o zumo de limón.
De manera externa se usa para sanar heridas y cortadas. Para ello, es necesario hervir dos cucharadas de tomillo en una taza de agua durante 5 minutos. Después de ese tiempo, retirar del fuego y dejar refrescar. Colocar, mediante una bolita de algodón, en las zonas afectadas.
Propóleo de abeja:
Es una sustancia vinculada a las abejas al igual que la miel. El propóleo es la resina que usan éstas para tapar los orificios de las colmenas y evitar así la entrada de intrusos.
Debido a que está compuesta de vitaminas, minerales y una gran cantidad de bioflavonoides se considera un potente antibiótico y antiséptico natural y ya, desde tiempo remotos, se ha empleado para curar heridas cutáneas y para calmar úlceras de estómago.
En la actualidad, se usa tanto de forma externa como interna. Se puede aplicar directamente sobre las encías para evitar o combatir la gingivitis y mediante un bastoncito de algodón las úlceras bucales.