Naranjas y limones limpian y depuran nuestra sangre y organismo
Mantener nuestro cuerpo limpio, libre de toxinas y elementos nocivos es esencial para disponer de una buena salud. En ocasiones, realidades tan comunes como el ácido úrico o el colesterol actúan como enemigos silenciosos y van poco a poco intoxicando nuestra sangre.
Las naranjas y limones cuidan de nuestro sistema inmunológico, nos depuran, nos aportan fibra, antioxidantes.
El limón es ácido, por este motivo tiene la virtud de ser metabolizado en nuestro cuerpo, convertirse en un agente alcalino.
Esta particularidad nos permite equilibrar los niveles de pH en nuestro cuerpo y evitar el estado de acidez. Con ello, la sangre está mucho más depurada y evitamos, por ejemplo, las clásicas inflamaciones.
Las naranjas y los limones son buenos para reducir la presión arterial y el estrés oxidativo.
El hecho de ser tan ricas en vitamina C hace que podamos depurar mejor la sangre y reducir en un 7% el riesgo de padecer problemas cardíacos.
Los limones ayudan a regenerar nuestro hígado gracias a que promueven la formación de nuevas enzimas. Esto significa que vamos a poder eliminar toxinas de la sangre con más facilidad.
La naranja es una fruta cítrica que además de tener un olor muy agradable, es jugosa y tiene muchas propiedades benéficas para la salud.
Esta fruta es muy versátil puesto que se puede consumir de muchas formas sin que se pierdan sus propiedades y delicioso sabor; con ella se pueden hacer postres, jugos, ensaladas, entre otros platos.
Esta fruta es conocida a nivel mundial tanto por su sabor como por sus aportes a la salud; está compuesta por una pulpa deliciosa y jugosa que contiene mucha vitamina C, flavonoides y aceites esenciales.