Eliminar toxinas con el limón dulce
Las limas de Persia o también conocido como limones dulces, son una variedad de cítrico de delicioso sabor y potentes propiedades para la salud, como las de ayudarnos a tonificar el hígado, depurar el organismo, perder peso, aumentar las defensas o calmar estados febriles.
En este artículo te explicamos todos sus beneficios y la manera de comerlas y eliminar toxinas fácilmente, disfrutando de su sabor.
¿Qué es la lima de Persia?
La lima de Persia o Citrus limetta, perteneciente a la familia de las frutas cítricas como la naranja, el limón, la mandarina o el pomelo, es una variedad menos conocida que otras limas pero sin embargo con grandes beneficios para la salud.
A diferencia del resto de limones y limas, su sabor es ligeramente ácido y amargo, pero también es dulce, por lo que es más agradable de consumir directamente que las otras variedades.
Es una fruta muy aromática de color verdoso que se aclara y amarillea a medida que va madurando.
Es muy bajo su contenido en calorías, y contiene minerales como el calcio, el fósforo, el potasio o el hierro, y vitaminas B1, B2 y C.
También contiene fibra, niacina y ácido cítrico.
Propiedades para la salud
– Ayuda a eliminar toxinas de nuestro organismo
– Protege el hígado y ayuda a digerir las grasas, por lo que también es útil en casos de digestiones difíciles y sobrepeso – Reduce los niveles de colesterol y triglicéridos
– Aumenta nuestras defensas y previene enfermedades como la gripe o los resfriados
– Calma los estados febriles (si tomamos el cocimiento de la peladura)
– Cura las aftas en la boca
– Su contenido en vitamina C, cuando la combinamos con las comidas, nos ayuda a asimilar mejor el hierro, por lo que es ideal en casos de anemia y agotamiento.
– Es una fruta altamente antioxidante, gracias a lo cual nos ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro
¿Cómo la tomamos?
La mejor manera de tomar la lima es directamente exprimiendo su jugo, comiendo también su pulpa o bien agujereándola por la parte superior y bebiendo su jugo a medida que apretamos la fruta, una manera muy tradicional de tomarla.
Hay otra manera de beneficiarnos de todas sus propiedades, consumiendo también su peladura, que es muy rica en flavonoides y vitamina C, que consiste en congelar las limas e irlas rallando para condimentar todo tipo de comidas y bebidas.
Al estar congelada es fácil rallarla con su pulpa y su piel y así se mantiene el tiempo que necesitemos sin estropearse.
Concretamente, si lo que queremos es depurar nuestro organismo y eliminar toxinas, la mejor manera es tomar directamente el jugo o bien tomar mucho agua con lima de Persia congelada y rallada.
¿Cuándo la tomamos?
Los mejores momentos para tomarlas y obtener todas su propiedades depurativas son fuera de las comidas, en ayunas y antes de acostarnos.
Puesto que es una fruta que le va muy bien al hígado, es muy recomendable tomar una por la noche, para ayudarnos a digerir la cena y preparar al cuerpo para que se regenere durante la noche.
En cambio, por las mañanas está muy recomendada cuando queremos contrarrestar los efectos de la comida o la cena del día interior, o bien para rehidratar nuestro organismo después del ayuno nocturno.
Para realizar una buena depuración de toxinas deberíamos tomar entre 3 y 7 limas diarias.
Los efectos de las depuraciones
Cuando realizamos una depuración con alimentos o remedios naturales es posible que los primeros días suframos una “crisis curativa”, es decir, algunos síntomas que demuestran que nuestro cuerpo se está limpiando de toxinas, como pueden ser granitos en la cara, diarrea, sudor más fuerte, etc.
Estos días recomendamos usar las mismas limas de Persia como desodorante natural.
Si licuamos las peladuras de los cítricos, el jugo que obtengamos lo podremos usar como un desodorante natural muy efectivo y sin sustancias dañinas.
Lo deberemos conservar en la nevera por por pocos días o bien congelarlo e irlo usando.